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Raul Soldi y su picardía en San Isidro Labrador

Raul Soldi pintó, en 1971, un mural en lo que había sido el antiguo retablo colonial del altar de la parroquia San Isidro Labrador. La misma se encuentra en la calle homónima entre Deheza y Arias. El diseño arquitectónico del exterior del templo presenta distintas influencias. Se destaca el frente, de estilo colonial americano, con un doble portón de madera y su característico balcón.

Raul Soldi

El templo se bendijo en mayo de 1932. Lo hizo Monseñor Santiago Copello. Su interior cambió a lo largo del tiempo. Más aún a partir de la reforma litúrgica Vaticano II en la década de 1960.

El mural del que hablamos al comienzo de la nota representa al Niño Jesús sostenido por dos ángeles. Está realizada sobre 300 baldosones cerámicos.

Raul Soldi
San Miguel Arcangel

Sin embargo, esa no es la única obra de Soldi. En el ambón vemos un collage que representa a un ángel con trompeta. Pero la picardía está en la obra que se encuentra en el bautisterio, a la derecha del atrio. Junto a la pila bautismal hay un óleo que representa a San Miguel Arcángel. Cuando Soldi eligió el rostro del demonio con el que lucha el Arcángel eligió el del crítico de arte Jorge Romero Brest. En el dibujo es la cabeza calva boca abajo. Este detalle lo confesó el autor, en una entrevista en la década de 1990

La Iglesia de Soldi

En la localidad de Glew, al Sur del Gran Buenos Aires se encuentra la parroquia Santa Ana, conocida por el vecindario por «la iglesia de Soldi».

Raul Soldi

A mediados del siglo pasado Soldi decidió regalar su obra para embellecer este templo, símbolo espiritual y orgullo de los vecinos.

Raul Soldi

Visitarla es como entrar a una galería de arte del artista. Se encuentra en Raúl Soldi y Del Valle. A tan solo dos cuadras de la estación del ferrocarril Roca

Raul Soldi

Inició sus estudios en la Academia Nacional de Bellas Artes. En 1921 viajó Europa. Estuvo en Alemania hasta 1923 de allí se traslada a Italia. Ingresando en la Real Academia de Brera hasta el año 1932.

En 1933 regresa a la Argentina y es becado por la Comisión Nacional de Cultura. Recorre Estados Unidos, trabaja como escenógrafo en Hollywood. Desde 1930 presenta obras en el Salón Nacional de Cultura, y en diversos Salones provinciales, en la Exposición Internacional de París (1937), en Nueva York (1941-1943) y a partir de 1934 comienzan sus muestras individuales.

Es considerado el pintor religioso más importante de la segunda mitad del siglo XX. En 1953 pinta los famosos frescos de Ia Iglesia de Santa Ana de Glew. Luego en 1966 realizó la decoración de la Cúpula del Teatro Colón de Buenos Aires, cuya técnica es la tela pintada al óleo y luego adherida al muro. Dos años después viaja a Israel, pinta en la Basílica de Ia Anunciación en Nazaret, un mural inspirado en el milagro de In Virgen de Luján.

El Museo del Vaticano en Roma incorpora en 1987 una obra suya titulada “La Virgen y el Niño” con esta última suman dos los cuadros que posee La Santa Sede, la anterior se titula “Santa Ana y La Virgen Niña” A partir de este último año hasta la fecha de su fallecimiento, realizó varias exposiciones, la más destacada en el Museo Arte Decorativo.

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