Cristo Obrero se erigió como cuasi-parroquia el 1° de julio de 1994. Ya existían «las instalaciones imprescindibles para continuar la acción pastoral que desde hace varios años se venía desarrollando en ese lugar» tal como dice el decreto de erección de la misma.
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Asentada en lo que se denomina «Villa 31» Retiro, está compuesta por un grupo humano con unidad sociológica y cultural propia y ocupa el territorio paralelo al río. Dársenas C a la F y vías del ferrocarril, y entre las líneas imaginarias continuación de las calles Austria y Esmeralda. Este territorio pertenecía a las parroquias Madre Admirable, San Martín de Tours y Ntra. Sra. del Pilar.
En 1970 El Emmo. Cardenal Juan Carlos Aramburu bendijo el templo. Varios fueron los sacerdotes que desarrollaron su actividad apostólica en dicha capilla.
El arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Mario Bergoglio, erigió canónicamente «servatis servandis», desde el 4 de marzo de 2007, la parroquia Cristo Obrero, para la atención pastoral de la Villa 31.
Padre Mugica
Carlos Mugica nació el 8 de octubre de 1930 en la Ciudad de Buenos Aires. Cursando estudios de Derecho, abandona la carrera a los 21 años debido a su vocación religiosa. Ingresa así al Seminario de Villa Devoto. En los principios de la década del ’60, luego de haber pasado por Reconquista, Santa Fe, se encuentra en la Parroquia de Nuestra Señora del Socorro.
En 1963 da clases de teología en la Universidad del Salvador y se convierte en párroco de la Capilla Cristo Obrero de la Villa 31 de Retiro.
En 1967 un grupo de sacerdotes, liderados por el Obispo de Olinda, Recife, Elder Cámara, emite un documento que dará nacimiento al Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, al que se suma Mugica. También integra la Pastoral de las villas de emergencias.
Como la mayoría de los jóvenes de la época, adhiere al Movimiento Peronista y a la Juventud Peronista denominada Tendencia Revolucionaria. Integró la comitiva que acompañó el regreso de Perón al país en 1974 y fue asesor del Ministerio de Bienestar Social ante el cual propuso un proyecto de construcción de viviendas con la participación de villeros.
El 11 de mayo de 1974 es asesinado, luego de dar misa, en la Parroquia de San Francisco Solano por la Alianza Anticomunista Argentina (Triple A). Sus restos fueron velados en la Capilla del Cristo Obrero y llevados en procesión hasta el Cementerio de la Recoleta.
Veinticinco años después, en 1999 año de esta declaratoria, sus restos realizaron el camino inverso. Una muchedumbre, en procesión, los llevaron del cementerio a la Capilla del Cristo Obrero. Así descansan en el lugar que conoció su militancia y su entrega a la causa de los más necesitados. Entre los que lo esperaban en la Villa estaba el arzobispo de Buenos Aires, Monseñor Jorge Bergoglio, que luego celebró la misa. En ella dijo: «Oremos por los asesinos materiales, por los ideólogos del crimen del padre Carlos y por los silencios cómplices de gran parte de la sociedad y de la Iglesia»