Ignacio de Loyola: una guía de su vida y legado
San Ignacio de Loyola nació en la región Azpeitia, España en 1491. De adolescente se convirtió en soldado del ejército de Navarra, pero su carrera militar se vio truncada cuando lo hieren en el asedio de Pamplona (1521). Durante su recuperación, comenzó a leer la vida de los santos y la vida de Jesús. Después de hacer una peregrinación a la famosa abadía benedictina de Montserrat, decidió seguir a Cristo.
Con seis compañeros, Ignacio de Loyola pronunció votos religiosos en 1534, estableciendo la Compañía de Jesús. La comunidad se aprobó oficialmente seis años más tarde. San Ignacio de Loyola es especialmente honrado por su contribución a la oración contemplativa a través de su Ejercicios espirituales y método único de meditación.
“Los que llevan a Dios en sus corazones llevan el cielo con ellos donde quiera que vayan. ”
San Ignacio de Loyola
San Ignacio de Loyola murió en 1556 en Roma. Luego fue canonizado en 1622 en la misma ceremonia que Santa Teresa de Ávila, San Francisco Javier y San Isidoro el Labrador.
Una oración contra la depresión, por San Ignacio de Loyola
La depresión, en todas las formas y grados, nunca es fácil de manejar. Puede invadir nuestras mentes y corazones y llevarnos a las profundidades de la desesperación, sintiendo como si todo se hubiera perdido.
Sin embargo, Dios está allí con nosotros en nuestra agonía y quiere abrazarnos y protegernos de toda adversidad. Simplemente necesitamos abrirle nuestros corazones y permitir que su esperanza llene nuestra alma.
Una forma de hacerlo es a través de esta oración escrita por San Ignacio des Loyola. Es una oración hermosa que le ruega a Dios un aumento en la confianza para que, “ nada pueda asustarnos o preocuparnos. ”
Oh Cristo Jesús Cuando todo es oscuridad
Y sentimos nuestra debilidad e impotencia, danos el sentido de tu presencia,
Tu amor y tu fuerza. Ayúdanos a tener una confianza perfecta en tu amor protector.
Y fortalece nuestro poder, para que nada nos asuste o nos preocupe.
Porque al vivir cerca de ti, veremos tu mano, tu propósito, tu voluntad a lo largo de todas las cosas.
Oración
Oh Dios, que levantaste a San Ignacio de Loyola en tu Iglesia
para promover la mayor gloria de tu nombre,
concédele que por su ayuda podamos imitarlo
en la lucha de la buena batalla en la tierra
y merece recibir con él una corona en el cielo.
A través de nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
quien vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
Para aprender más sobre la Compañía de Jesús: www.jesuits.lat
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