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Quién era Maria Ludovica (Antonina De Angelis)

La Beata María Ludovica (Antonina De Angelis), nació en San Gregorio, hoy aldea de la ciudad de L’Aquila, el 24 de octubre de 1880. Ayudada por su párroco, Samuele Tarquini, conoció el Instituto de las Hijas de Nuestra Señora de la Misericordia, fundado por Santa María Giuseppa Rosselló. A pesar de la resistencia de sus padres, partió hacia Savona, sede de la sede de ese Instituto. El 3 de mayo de 1905 comenzó su noviciado, cambiando su nombre por el de Sor María Ludovica.

Dos años después, fue una de las hermanas designadas para partir hacia Argentina, donde desembarcó el 4 de diciembre de 1907. Fue asignada al Hospital del Niños de La Plata como cocinera, pero pocos años después fue nombrada administradora y, posteriormente, , Superior de la comunidad religiosa. Estaba atenta a los niños enfermos ya los huérfanos, pero también al personal médico.

Gracias a la generosidad de muchos benefactores, hizo ampliar el hospital y promovió la construcción de un sanatorio en el pueblo de City Bell. Enfrentó pruebas físicas y morales, orando y perdonando. A principios de 1962 le fue diagnosticado un cáncer abdominal, que le provocó la muerte el 25 de febrero del mismo año. Fue beatificada por San Juan Pablo II el 3 de octubre de 2004 en Roma. Su memoria litúrgica cae el 3 de octubre, aniversario de su beatificación, mientras sus restos mortales son venerados en la Catedral de Nuestra Señora de los Dolores de La Plata.

María Ludovica parte para Argentina

Sor María Ludovica en el Hospital de Niños de La Plata
Sor María Ludovica en el Hospital de Niños de La Plata

En 1907 fue designada para su partida misionera a Argentina, donde su Instituto había desembarcado en 1875. El 14 de noviembre de 1907, pues, se embarcó en Génova, junto con cuatro hermanas y muchos emigrantes. Llegó a Buenos Aires y pasó un tiempo con sus hermanas que ya estaban en misión en esa ciudad hasta después de Navidad. Luego se trasladó a La Plata, en el pequeño Hospital del Niños, que en ese momento constaba de dos cuartos de madera, rodeados por un cerco de alambre de púas. Se le asignó la cocina y la despensa, ya que por su escasa educación no podía ser ni enfermera ni maestra.

En 1909, el Dr. Cometto, junto con otros médicos, pidió a la Madre Provincial que Sor María Ludovica asumiera el cargo de Superiora de la comunidad hospitalaria, gracias a sus insólitas dotes de prudencia y dirección. La Madre Provincial accedió, pero no la persona directamente interesada, que aceptó sólo después de mucha insistencia. Inmediatamente después de asumir el cargo, Sor María Ludovica luchó para ampliar el hospital, dotándolo de equipos modernos y personal calificado, estimulando la contribución de muchos benefactores. También fundó el Sanatorio Solárium de Punta Magotes en Mar del Plata, para atender a los niños que padecían tuberculosis y otras enfermedades respiratorias.

El milagro para la beatificación

El caso de Antonella Cristelli, una niña nacida en mayo de 1988 en La Plata, que presentaba parresia de los miembros y severas malformaciones vesicoretales inferiores, fue considerado como un supuesto milagro para lograr su beatificación. Cuando tenía nueve meses, fue llevada a la tumba de sor María Ludovica: allí, por primera vez, pudo ponerse de pie por sí misma. A partir de entonces mejoró rápidamente: a los veinte meses de su nacimiento comenzó a caminar y, posteriormente, se comprobó que su vejiga se había reconstituido sin cirugía.

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