post patrocinado

Portal religioso sobre Santos Cristianos

Quienes siguen nuestras redes sociales verán que periódicamente recordamos a los Santos Cristianos. En nuestras páginas también pueden conocer un poco de la vida de cada uno de ellos. Por otro lado, te contamos y describimos los templos que los tienen como patronos. Hoy queremos contarte de donde tomamos esa información.

Existe un excelente portal cristiano centrado en las personas santas del cristianismo. Se llama Santos de Hoy. Allí también encontramos relatos sobre la palabra y enseñanzas de la biblia. Y, lo que más nos gusta, es que siempre lo abordan desde un punto de vista ameno, de ese modo llegan al máximo posible de personas.

¿Cuándo alguien forma parte de los Santos Cristianos?

El proceso para convertir a alguien en santo normalmente no puede comenzar hasta al menos cinco años después de su muerte. Esto es para permitir que las emociones posteriores a la muerte se calmen y para garantizar que el caso pueda evaluarse objetivamente.

Luego es el Obispo local quien recopilan pruebas sobre la vida y los hechos de las personas, incluidos los testimonios de testigos. Si hay experiencias suficientes, el Obispo solicita a la Congregación para las Causas de los Santos, el departamento que hace recomendaciones al Papa sobre los santos, permiso para abrir el caso. Una vez que se acepta el caso para su consideración, el individuo puede ser llamado «Siervo de Dios».

Antes de ser Santos Cristianos, son venerables

La Congregación para las Causas de los Santos escudriña la evidencia de la santidad del candidato, el trabajo y las señales de que las personas se han sentido atraídas a la oración a través de su ejemplo. Si la Congregación aprueba el caso, se pasa al Papa. Si este decide que la persona vivió una vida de «virtud heroica», entonces la nombra «Venerable».

A la búsqueda de los milagros

Para llegar a la siguiente etapa, la beatificación, es necesario atribuir un milagro a las oraciones realizadas al individuo después de su muerte. Estos hechos se someten a un exhaustivo análisis por porte de un consejo de científicos de distintas disciplinas. Los miembros no necesariamente deben ser creyentes. Luego de esta verificación, el estudio pasa a la Congregación y de allí al Papa quien está en condiciones de nombrarlo “Beato”.

La canonización es el paso final para declarar santa a una persona fallecida. Para llegar a esta etapa, normalmente es necesario atribuir un segundo milagro a las oraciones que se le hacen al candidato después de haber sido beatificado. Los mártires, sin embargo, solo necesitan un milagro verificado para convertirse en santos cristianos.