Parroquias

San Juan Evangelista de La Boca

El 17 de julio de 1886, Monseñor Aneiros bendijo el edificio de San Juan Evangelista en la Boca. Se realizó en medio de una gran fiesta popular. Convirtiéndose en la primera parroquia salesiana del mundo. Fueron los salesianos los que acompañaron a los italianos en el recuerdo de sus costumbres y tradiciones, ofreciendo además una educación formal.

Sin embargo la historia de San Juan Evangelista en La Boca comienza mucho tiempo antes. El 27 de diciembre de 1868, en los terrenos donados por los albaceas de James Brittain, se colocó la piedra fundacional de la parroquia San Juan Evangelista en Olavarría y Martin Rodriguez. Brittain había adquirido esas parcela al prior del convento de los Predicadores, fray José Ignacio Grela en 1817. Ademas de dedicarse a la industria naviera fundo la «Compañía Explotadora de Minas de la provincia de Córdoba»

Las dificultades para construir debidas a problemas de fondos, conflictos políticos y una epidemia de cólera llevaron a que fuera denominado “el templo imposible” o “la iglesia irrealizable”. En 1872 el mismo Aneiros, erigió oficialmente la parroquia. Designó Párroco al Presbítero Fortunato Marchi.

San Juan Bosco, fundador de la Congregación Salesiana, aceptó que los salesianos asumieran en esa Parroquia. En 1877, el padre Domingo Milanesio junto al futuro Cardenal Juan Cagliero, se hicieron cargo de los destinos de la iglesia, dando definitivo impulso a la construcción del templo actual.

La obra de San Juan Evangelista en La Boca

Los Salesianos pidieron ayuda al gobierno y a particulares. Entre ellos Domingo Faustino Sarmiento y Bartolomé Mitre. En 1882 se licitó el proyecto y la obra. Se lo adjudicó al arquitecto Pablo Besana. Lo mas notable es que se la dio a pesar de haberse excedido en el precio límite fijado. El 11 de marzo de 1883, en un acto que contó con la presencia del Presidente Julio Argentino Roca, se colocó una nueva piedra fundamental. Su constructor fue el Padre Esteban Bourlot, cuyos restos están allí sepultados.

El templo es de planta en cruz latina, de tres naves. La central, de mayor altura, cuenta con cúpula sobre el transepto y testero recto con ángulos redondeados para sugerir la existencia de un ábside. Una obra de esta embergadura supuso un desafío para los trabajos de cimentación. Se resolvió con pilotes de madera dura de caldén pampeano, los mismos que se utilizaron en las obras portuarias de los muelles de La Boca.

La imagen exterior e interior remite a modelos clásicos de inspiración renacentista y manierista. La fachada principal combina un cuerpo bajo con un pórtico toscano a la manera de nártex. Sobre este emerge el volumen de la nave central. Sobre ésta se alza la torre campanario. De base octogonal. Con una altura de treinta y cinco metros desarrollada de dos pisos. Esta coronada por un chapitel peraltado.

El interior constituye un espacio unitario, iluminado desde la bóveda de la nave central por ventanas de medio punto. Presenta columnas, estucadas simulando mármol, de orden jónico, coronadas por un entablamento continuo. Además está enriquecido por una serie de altares, entre los que se destacan el altar mayor y los de transepto. Del mismo modo las obras de arte se realizaron, en su mayoría, en Italia.

San Juan Evangelista de La Boca

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