protagonistas

San Felipe Neri, el patrono de Roma en Mataderos

La parroquia de San Felipe Neri está ubicada en el barrio de Mataderos, en la calle Andalgalá entre Directorio y José E. Rodó. Su historia se remonta a principios del siglo XX. En ese momento la Comisión de Obras Especiales de la Sociedad de San Vicente de Paúl puso en funcionamiento un oratorio festivo en una casa alquilada.  El oratorio, al igual que otros en el barrio, se colocó bajo el patronazgo de San Felipe Neri.

En julio de 1929, el padre Tomás Bertollotto primer enviado y delegado en la Argentina de la Congregación de los Hijos de Santa María Inmaculada, con sede en Roma, recibió el oratorio festivo San Felipe Neri. Bertolotto consideraba que el Santo tenia que que tener un templo más grande, entonces, convocó a los vecinos con esta nota:

El encargado del Oratorio con sede en Andalgalá 2284 hace un caluroso llamado a fieles. Y al vecindario para aunar esfuerzos y llevar adelante una obra que es de gran necesidad. El oratorio es cada día más pequeño. El pueblo necesita instrucción religiosa. Se precisa ayuda financiera para levantar cuanto antes una iglesia parroquial y un colegio.

Las autoridades eclesiásticas esperan la cooperación de todos los hermanos para erigir la nueva parroquia que llevará el título de San Felipe Neri. Se recibirán con agradecimiento las donaciones de valores y del material necesario para la edificación del templo.

La misiva dió resultado, el 10 de agosto de 1930 se procedió a la solemne bendición e inauguración de la nueva iglesia parroquial. Acto que estuvo a cargo del Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis, monseñor Santiago Luis Copello.

frente de la parroquia san felipe neri
Fachada del templo

Quién era San Felipe Neri

Quién era San Felipe Neri

San Felipe Neri nació en 1515. Su padre era notario abogado, con aficiones de alquimista: la primera enseñanza la recibió con los Dominicos. De Florencia su ciudad natal, fue a Roma, donde estudió filosofía. Gustaba de las humanidades y escribía poesías. También llegó a dominar el latín y compuso elegías en esa lengua. Al cumplir 30 años regaló sus libros, quemó sus poesías e ingresó en el seminario. A medida que aumentaba en edad, crecía en él la caridad. Visitó hospitales y en ellos transmitió la fe y la paciencia a los desventurados.

Mas tarde abandonó una cuantiosa fortuna y se dirigió a Roma para dedicarse al servicio de los pobres. En la Ciudad Eterna pasó casi toda su vida practicando la caridad y dedicándose a la educación de la juventud. Al no poder ir a las misiones de las Indias, fundó hospitales y la Congregación del Oratorio, que tantos sacerdotes santos y sabios dio al mundo. Jamás aceptó dignidad alguna que le fuera ofrecida por los papas. Murió en 1595 y fue declarado Patrono de la Ciudad de Roma. Además lo han llamado: el más alegre de los santos. Restauró la práctica de la comunión frecuente y es uno de los santos protectores de la ciudad de Roma.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.