Parroquia Santa María

La parroquia Santa María pertenecía a la jurisdicción parroquial de San Carlos. El templo fue bendecido en 1936. Se erigió en terrenos que pertenecieron a las Hermanas del Colegio Sagrado Corazón

En su construcción predomina el estilo neorománico. Pertenece a Carlos Massa que apela a un lenguaje románico en cuanto a la apariencia encastillada de sus templos. Se enfoca en la vertiente lombarda catalana. Ya que aplica una ornamentación geométrica y abstracta que le permite experimentar sincréticamente con las vanguardias racionalistas europeas. Cubre sus muros con un revestimiento enladrillado de un cromatismo potente elección que lo vincula con el expresionismo alemán.

Parroquia Santa María
Imagen de Santa María presidiendo el Altar – Crédito: Natalia Lu

Una de las obras significativas es el cuadro de Nuestra Señora de Guadalupe que preside la nave lateral izquierda. La imagen de San Juan Diego con el manto de rosas y la réplica de la Virgen de Luján, presiden la nave lateral derecha.

  • Cristo de 4 clavos con la leyenda en la base  Nos has redimido, oh Señor, con tu sangre

También hay imágenes como la del Sagrado Corazón de Jesús y la talla en madera de San Francisco de Asís en el patio.

Parroquia Santa María
Estaciones del Vía Crucis representadas sobre los vitrales laterales – Crédito: Darío Ricardo
Parroquia Santa María
Momentos claves en la vida del Cardenal Copello representados en vitrales del acceso a la nave principal – Crédito: Vive M.S.
Parroquia Santa María
Altar de San Jose con San Antonio de Padua y Santa Teresa – Crédito: Cristina A.

Milagro Eucarístico en la Parroquia Santa María

Parroquia Santa María
CrAndres Grassi Lanza

Después de la Misa del 1 de mayo de 1992, al hacer la reserva del Santísimo Sacramento, encontraron dos trozos de Hostia sobre el corporal del Sagrario.

Los colocaron en un recipiente con agua, una de las formas habituales para esperar que se disuelvan y luego purificar.

En los días siguientes, algunos sacerdotes de la Parroquia Santa María miraban para ver si ya se habían disuelto, sin observar cambios. Siete días más tarde encontraron que las formas tenían un color rojizo, con apariencia de sangre.

En agosto de 1996, el Padre Alejandro Pezet cuando estaba terminando la distribución de la Sagrada Comunión, una mujer se acercó para decirle que había encontrado una hostia descartada en un candelabro en la parte posterior de la iglesia.

Al ir al lugar indicado, el Pezet vio la hostia profanada. Puesto que él era incapaz de consumirla, la colocó en un recipiente con agua y lo guardó en el sagrario de la capilla del Santísimo Sacramento.

Dos días después, al abrirse el sagrario, vieron con asombro que la hostia se había convertido en una sustancia sanguinolenta. El párroco informó al entonces cardenal Jorge Bergoglio, quien dio instrucciones para que la hostia fuera fotografiada de manera profesional. Las fotos se tomaron el 6 de septiembre. Muestran claramente que la hostia, que se había convertido en un trozo de carne ensangrentada, había aumentado considerablemente de tamaño.

Por varios años la Hostia se mantuvo en el tabernáculo, y todo el asunto en un secreto estricto. Dado que la hostia no sufrió descomposición visible, entonces el cardenal Bergoglio, Arzobispo de Buenos Aires, decidió hacerla analizar científicamente.

Investigación

Una muestra del tejido fue enviada a un laboratorio en Buenos Aires. El laboratorio reportó el hallazgo de células humanas rojas y blancas, de sangre y de tejido humano.

Tres años más tarde, en 1999, el Dr. Ricardo Castañón Gómez fue contactado para realizar pruebas adicionales. En presencia de representantes del Cardenal Bergoglio, el Castañón tomó una muestra del fragmento ensangrentado. Lo envió a Nueva York para su análisis sin informar al equipo de científicos de su procedencia.

El laboratorio comunicó que la muestra recibida era de tejido muscular de corazón humano. Cinco años más tarde, el Dr. Frederick Zugibe, un cardiólogo reconocido y patólogo forense, determinó que la sustancia analizada era carne y sangre con ADN humano.

Zugibe declaró que:

el material analizado es un fragmento del músculo del corazón que se encuentra en la pared del ventrículo izquierdo, cerca de las válvulas. El músculo cardíaco está en una condición inflamatoria y contiene un gran número de células blancas de la sangre. Esto indica que el corazón estaba vivo en el momento en que se tomó la muestra. Lo que es más, estas células blancas de la sangre habían penetrado el tejido, lo que indica, además, que el corazón había estado bajo estrés severo, como si el propietario hubiera sido severamente golpeado en el pecho.