Parroquia San Martín de Tours

El origen de la parroquia San Martín de Tours se vincula a la figura de Martín Jacobé. Primer Presidente de la Acción Católica Argentina. Él era dueño de varios terrenos en la calle Bulnes, actual San Martín de Tours. Martín Jacobé era muy amigo del padre Serafín Protin, asuncionista. Entonces decidió conceder los terrenos y pidió que allí se construyera una parroquia en honor al patrono de la ciudad. También que estuviese a cargo de su congregación. Su dirección es San Martín de Tours 2949, casi esquina Figueroa Alcorta.

En 1930 se fundó la parroquia, cuando el Nuncio Apostólico bendijo la piedra fundamental del templo dedicado a San Martín de Tours. Actuaron como padrinos el Ministro de R.E. y Culto, Inés Anchorena de Acevedo, Mercedes Terrero de Mendón y el propio Martín Jacobé.

El templo se inauguró el 11 de noviembre de 1931 y en representación de la Municipalidad acudió el secretario del Intendente, José Guerrico. También asistieron delegados de asociaciones junto a representantes del clero .

Detalles de San Martín de Tours

La construcción estuvo a cargo del estudio Acevedo, Becú y Moreno. El estilo es románico. Ingresar al templo nos traslada a los templos europeos del XI o XII. Su interior se parece a la iglesia de San Martín de Tours al erguido Frómista, en la provincia de Palencia (Castilla y León, España), y situado en el Camino de Santiago.

La imagen interior del Patrono, es de madera policromada. Perteneció al oratorio familiar de los Jacobé en la quinta de Santa Cecilia en San Fernando. Los vitrales, los donó la esposa del arquitecto Acevedo y bendecidos el 11 de noviembre de 1933.

En la Revista Eclesiástica de enero de 1932, aparecían los límites de la nueva parroquia, que eran: “Río de la Plata, Pueyrredón, Av. Alvear, Dorrego” . Y agregaba:

Durante un sencillo acto público, al que asistió una calificada concurrencia, fueron bendecidas ayer, poco antes de mediodía, las obras del frente de la iglesia de San Martín de Tours, que se construye en la calle Bulnes 2949. En esta misma oportunidad fueron bendecidos también 6 artísticos “vitreaux”, de 4 medallones cada uno, en los que se hace la historia del santo a cuya advocación está dedicado el nuevo templo .

El origen del patronazgo de San Martín de Tours

Las historia cuenta que un 20 de octubre de 1580, los autoridades que representaban a los pocos vecinos de Buenos Aires se convocaron en una propiedad ubicada donde ahora está el Cabildo. Esa mañana correspondía designar por sorteo al Santo Patrono del Puerto recién fundado. En el acto estaban Juan de Garay, el Alcalde Rodrigo Ortiz de Zárate, el Escribano Real Pedro Fernández y los vecinos Hernando de Mendoza, Pedro de Quirós, Diego de Olavarrieta, Antonio Bermúdez, Luis Gaytán y Alonso de Escobar cuyas firman están en el acta de designación. De acuerdo a los procedimientos administrativos de las Leyes de Indias, volcaron fragmentos de un pergamino con nombres de santos en un casco. La leyenda proclama que cuando el destino les proporcionó el nombre de San Martín de Tours, la sorpresa fue mayúscula. La escasa afición que despertaba el Santo, no por su historia sino por ser Santo Patrono de Francia, fue argumento suficiente para que se impugnara la votación. El trozo de papel con su nombre volvió al casco.

Se inició otro sorteo y Fernández leyó el cupón con el nuevo resultado: San Martín de Tours. Con premura y sin censura, restituyeron a San Martín a su lugar. Pero, como siempre sucede en estos casos, no hubo dos sin tres: el Santo galo volvió a resurgir y, con resignación y desagrado, los aldeanos acataron una dictamen que, por lo visto, retumbaba a decreto divino.

Las Festividades

A partir de la fundación de la Parroquia , la veneración al santo se restableció en la Ciudad.  Se volvió a celebrar su fiesta. Ejemplo de ello es que en 1935 La Prensa publicó una extensa nota al respecto.

En 1937, fueron realizados cultos especiales en esta parroquia y en la Catedral, al igual que “en otras numerosas iglesias y capillas” .

También La Nación comunicaba que se efectuaría una procesión parroquial por las calles principales de Palermo Chico.

En 1941 fue la celebración de la festividad del patrono de la ciudad, San Martín de Tours, el martes próximo se oficiarán los siguientes cultos: […] veneración de la reliquia del santo, y a las 17.30 procesión con la reliquia, que presidirá el obispo de Iborá, monseñor Julián P. Martínez. Terminada la procesión, se dará la bendición eucarística .

Otras descripciones de la ceremonia parroquial fueron halladas en 1943, 1945, 1947 y 1949 . En 1980, la Parroquia pasó a cargo de la Orden de San Agustín La parroquia conserva una reliquia insigne de san Martín de Tours, patrono de la Ciudad de Buenos Aires.

A cerca del Santo

San Martín de Tours nació en Hungría y era hijo de padres paganos. Se hizo catecúmeno y sirvió en el ejército romano hasta que, después de haber su capa un mendigo en Amiens, una visión de Cristo lo inspiró a bautizarse y hacerse monje. Ordenado exorcista por San Hilario de Poitiers, vivió una vida de soledad antes de construir un nuevo monasterio en Ligugé. A pesar de su desgana, Martín fue nombrado obispo de Tours en 371. Después de su consagración episcopal, continuó llevando una vida de monje. Más tarde fundó una serie de monasterios que sirvieron como centros de evangelización. La vida de Martin fue de oración y servicio a sus monjes y su pueblo. Honrado como obrador de milagros, su biógrafo, San Suplicio Severo, también lo presentó como un místico. Aunque fue criticado por muchos, incluido su sucesor, Saint Brice, soportó todas las críticas con humildad y paciencia. San Martín murió el 8 de noviembre de 397. La devoción a él se extendió rápidamente después de su muerte y se convirtió en uno de los santos más populares de Europa. Es honrado como uno de los patrones de Francia y de los soldados.

¿Sabías que gracias a San Martín de Tours usamos el término capilla y capellán?

Dentro de sus numerosos gestos de amor en vida destaca el encuentro con ese mendigo con el que compartió la capa, apareciéndosele después Cristo trozo de capa que él había dado al mendigo.

Al fallecer, ya obispo, se construyó un templo para venerarlo donde se colocó esa capa. A la construcción se la denominó, por atesorar la vestimenta, chapelle, capella (latín) y traducido al español es capilla que significaba pequeña capa. De allí nace este término que define a estas espacios de oración. El término capellán también deriva de allí.