Santuario

La Madre de los Emigrantes y su Santuario en La Boca

En Necochea 312, La Boca, se encuentra el Santuario Madre de los Emigrantes. En el interior del templo se halla un relicario que contiene tierra de muchos países. Transportada en el transatlántico Giulio Césare, en un altar especial, la imagen llegó a Buenos Aires el 16 de Noviembre de 1956. Entró al puerto de La Boca el día 1 de Diciembre. Desembarcó de noche, en Vuelta de Rocha. La imagen la bendijo por el Papa Pío XII.

En febrero de 1959, se hace una capilla en el barrio de La Boca, el primer Padre Scalabriniano, José Guadagnini. Recordemos que esta congregación nace con el objetivo de ayudar a los inmigrantes y refugiados políticos .

Inauguración

En un solar ubicado en Almirante Brown 568. El 9 de octubre de ese mismo año queda oficialmente abierta “Parroquia Vera Cruz y de Nuestra Señora Madre de los Emigrantes”. Precursora del Santuario que hoy conocemos. El 8 de noviembre de ese mismo año el Arzobispo de Buenos Aires, bendecía la iglesia.

Años más tarde, en 1966 el Padre Adelino de Carli, decide la construcción del nuevo templo. El cual fue posible gracias al aporte económico de todas las colectividades. Además del Santuario se construye un Centro Educativo. El 27 de Noviembre de ese mismo año fue colocada la piedra fundamental en solemne ceremonia.

El domingo 3 de diciembre de 1967 se realizó, en Necochea 312, la inauguración oficial del nuevo Santuario Mariano que honra a la Santísima Virgen Nuestra Señora Madre de los Emigrantes. La misa fue celebrada por el Arzobispo de Buenos Aires, Monseñor Dr. Antonio Caggiano y diversas autoridades eclesiásticas, con la presencia del Presidente de la Nación, autoridades civiles y religiosas, jefes militares y de seguridad. También embajadores y representantes extranjeros. Y además delegados de todas las colectividades y vecinos de La Boca y de todos los barrios de Buenos Aires.

El templo Nuestra Señora Madre de los Emigrantes

Madre de los Emigrantes

El edificio, de características eclécticas, es obra del arquitecto Luis Lanari. Sus líneas externas son muy simples, de ladrillo a la vista. Hacia la derecha, se eleva el campanario, que remata en una cruz, formando un todo muy armonioso. En la entrada al Santuario, se observa sobre mosaicos una obra de Benito Quinquela Martín. La Despedida, que asi se llama la obra, rescata el sentimiento de la familia que despide a quien va en busca de nuevos horizontes.

Enfrentando la entrada al Santuario, pero desde el exterior, se ve a la izquierda un bajorrelieve del Cristo Inmigrante. Obra de Juan Roberto Capurro. Que representa a la familia argentina recibiendo a los inmigrantes, personalizados en Cristo Peregrino.

Los Vitrales

La Cruz del Altar, elevación majestuosa está circundada por diez paneles – obra del pintor Armando Sica – que representan símbolos eucarísticos y bíblicos en magníficos vitrales Así pueden observarse, de abajo hacia arriba, en el lado izquierdo:
1. Dos corderos que se acercan a un lago de aguas cristalinas.
2. Dos peces, los más antiguos símbolos de Cristo.
3. Una barca y una estrella, símbolos bíblicos.
4. Una botella, un cáliz con vino y, sobre él, un racimo de uvas.
5. Sol naciente y la primera letra del alfabeto griego: ALFA. Dios, principio de todas las cosas.

Y en el lado derecho:
1. Un ciervo bebiendo agua.
2. Agua cristalina, iluminada por el sol, brota ininterrumpidamente de una roca.
3. Tres palomas beben la sangre de la Cruz.
4. La Cruz Redentora de Cristo, rodeadas por espigas de trigo y panes sobre mesas.
5. Última letra del alfabeto griego: OMEGA. Dios, fin de todas las cosas.

Otros detalles

El Altar está realizado en una única pieza de mármol de Carrrara. A su derecha se encuentra otro vitral, obra del pintor Juan Ballester Peña. Este representa a la Madre de los Emigrantes y a sus pies, el fundador de la Congregación de los Misioneros de San Carlos, Monseñor Juan Baustista Scalabrini, bendiciendo y acompañando a un matrimonio de emigrantes

También en el interior del templo se halla un relicario que contiene tierra de todos los países de las distintas comunidades representativas de la inmigración allí instaladas. En la Capilla Penitencial se destaca el maravilloso “Cristo” una obra de la pintora Mariette Lydis – un mensaje de dolor humano y divino – que invita al más profundo recogimiento.

El patio del Colegio luce un mural representando a la comunidad migrante latinoamericana que contiene una imagen principal de rasgos amerindios. La obra pictórica pertenece a Silvia Sandoval y las ceramistas fueron Lucía Sicuso y Guadalupe Bermúdez.

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