Basílicas

Con la bendición de un futuro Papa

Santa Rosa de Lima fue inaugurada el 12 de octubre de 1934 con la bendición del cardenal Eugenio Pacelli (luego sería el papa Pío XII), quien estaba en Buenos Aires participando del Congreso Eucarístico Internacional.

Santa Rosa de Lima es la patrona de la Independencia de la Argentina, y es por ello que en 1926 se decidió la construcción de un santuario nacional para su figura. El proyecto, acabado en 1928, estuvo a cargo del arquitecto Alejandro Christophersen. La construcción la llevó acabo el ingeniero Andrés Millé.

La inquietud de los vecinos por tener un lugar para venerar a la Patrona de América, Filipinas e Indias Orientales (proclamación del Papa Clemente X, quien la canonizó en 1671), estaba presente desde antes. A tal punto que muchos ya se habían sumado a la campaña para juntar el dinero y comprar un terreno destinado a esa construcción. El metro cuadrado costaba 200 pesos y hasta se pagaba en cuotas. Hacia fines de 1913, la recaudación apenas superaba los 18.000 pesos. Entonces, fue clave el aporte de María Unzué de Alvear, quien donó el terreno de Belgrano y Pasco.

En la inauguración estuvo presente el arzobispo de Lima, monseñor Pedro Farfán, quien donó un relicario con reliquias de los santos latinoamericanos: Santa Rosa de Lima, San Martín de Porres Santo Toribio de Mogrovejo y San Juan Macías. La consagración tuvo lugar el 30 de agosto de 1941, día en que fue declarada basílica.

¿Quién fue Santa Rosa de Lima?

Santa Rosa de Lima nació el 30 de abril de 1586. Su verdadero nombre era Isabel Flores y Olivia. Se cuenta que, era especialmente bella, por lo que, siendo aún muy pequeña, al verla dormir en su cuna tan hermosa como una flor, su madre y su nodriza la llamaron Rosa.

A los 20 años, abrazó la espiritualidad de la Tercera Orden de Santo Domingo, al igual que Santa Catalina de Siena, modelo de vida para Rosa.

santa rosa de lima imagen

La obediencia, la humildad y la caridad fueron sus principales virtudes. Rosa fue un ejemplo de sencillez y un testimonio de vida Evangélica. Su dedicación hacia los pobres, los enfermos y los necesitados le ganó en vida el amor de los limeños. Los milagros se sucedieron mientras vivía y después de su muerte. Falleció el 24 de agosto de 1617, a los 31 años.

El 12 de abril de 1671 el Papa Clemente X la proclamó Santa, estableciendo su fiesta el día 30 de agosto, declarándola Patrona de América Latina, Indias y Filipinas. Fue la primer Santa de Nuestro Continente. El congreso de Tucumán de 1816 la nombró Patrona Jurada de la Independencia Argentina.

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