Asunción de la Santísima Virgen en Flores

La Parroquia Asunción de la Santísima Virgen está ubicada en la esquina de Gavilán y Gaona. Esta calle era el viejo camino real (o del Monte Castro) por donde el Virrey Sobremonte, frente al avance inglés sobre la ciudad en 1806, escapó hacia Córdoba. Ya en esos años había allí un oratorio dentro de la propiedad de Pablo Ruiz Gaona (o Gauna). Ciento veintidós años después, el Arzobispo José María Bottaro decidió realizar la Erección Canónica de la Parroquia de la Asunción de la Santísima Virgen. El oratorio se encontraba ya, en precario estado.

El templo, tal cual hoy lo conocemos, lo diseñó el arquitecto italiano Héctor Bacci. Se inauguró el 24 de diciembre de 1934. Posee un aspecto exterior muy bello, con arcadas neo-románicas. Se presenta rodeado casi en su totalidad por ventanas sin dinteles. Estan enmarcadas por un arco que cobija a otros dos. Separados estos por medio de una columna también llamada mainel o parteluz.

Aquí Bacci se tomó una licencia respecto al estilo. Este tipo de aberturas constituye un sistema empleado con más frecuencia en el periodo gótico que en el románico. Estos ventanales poseen vitrales con diferente pasajes de la vida de la Virgen. Al estar, el edificio en una esquina y no tener una construcción alta del otro lado, los días luminosos se los aprecia en su totalidad.

El campanario es cuadrado y tiene tres ventanas por lado. Debajo, en una hornacina apreciamos la imagen de la Santísima Virgen. Ya a nivel del suelo el atrio posee tres arcos de medio punto. Allí hay muchísimas placas recordatorias y de homenaje. Una llama la atención. Es de 1978 y está dedicada al Padre Leonardo S. Artese quien fue su párroco fundador. 

Asunción de la Santísima Virgen, descripción interior

El templo tiene tres naves separadas entre sí por la misma cantidad de arcos de medio punto, sostenidos por columnas y pilares. En el  retablo mayor se admira la imagen de Nuestra Señora de la Asunción. A sus lados está la del Sagrado Corazón y la de San José con el Niño. Lo construyó Mahlknecht Hnos. S.A., en mármol blanco. Se destacan cuatro columnas en onix. Llama la atención, en su frente, tres medallones que tienen al Cordero en el centro y un ángel a cada lado. En el Altar encontramos el ambón y la pila bautismal que están construidos en el mismo material.

A cada lado del presbiterio se exhiben dos escudos en sobre-relieve. El de la izquierda de Pío XI (bajo cuyo primado se erigió la parroquia).Al otro lado,  algo que nos tiene acostumbrado el cardenal Copello, su escudo ya que el era el arzobispo de Buenos Aires cuando se construyó el actual templo.

El Sagrario se encuentra en un altar especial situado al finalizar la nave lateral derecha; en la pared de ese espacio se halla también un cuadro simbolizando la Ascensión del Señor.

Al ingresar, a la derecha, sorprende una importante cruz que representa al Santo Cristo de la Salud, protector de enfermedades y catástrofes. En el centro de la misma nave y debajo de un par de vitrales, hay una impactante imagen del Tránsito de María dentro de un nicho de vidrio, a la que sigue una representación de Nuestra Señora de Luján en su peana.

Opuesta a esta, en la otra nave, también sobre peana se ve a San Cayetano con el Niño. La precede otra pequeña y moderna de Nuestra Señora del Valle.

El Vía Crucis esta distribuido siete de cada lado. Debajo de los pequeños cuadros, que representan las 14 estaciones, se hallan vistosas placas de bronce que las identifican.

Otros detalles

Al final de la nave izquierda detrás de una puerta, con dos vitrales iguales que rinden homenaje a la Virgen,  aparece una escalera que lleva a la galería superior. En el segundo descanso hay una placa de mármol que recuerda a los bienhechores insignes.

La galería del primer piso cubre todo el perímetro que abarcan las naves laterales y en la actualidad no tiene uso. En el piso superior a este se encuentra el coro con un  órgano, de un manual, construido en 1940 por la firma M. Welte & Söhne, del pueblo de Vöhrenbach en la Selva Negra alemana. Cuando conocí la iglesia el instrumento no funcionaba por su alto costo de reparación.